Los bautistas y la educación
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”
Proverbios 1:7
Los bautistas creen en hacer la educación cristiana accesible a toda persona y en ofrecerla de muchas maneras. Apoyan la educación cristiana con su dinero, tiempo y talentos. Sin duda la denominación bautista es una denominación que enseña.
Las razones por el apoyo bautista de la educación cristiana
El compromiso con la educación cristiana descansa sólidamente sobre las enseñanzas de la Biblia, así como las demás creencias y fundamentos que estiman los bautistas.
La Biblia subraya la importancia de enriquecer la mente tanto como el espíritu. Jesús enseñó, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37).
El conocimiento de Dios se halla mejor en la Biblia. La Biblia instruye, “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Las Escrituras nos hacen “sabios para la salvación” (2 Timoteo 3:15). Por eso la educación completa incluye el estudio de la Biblia.
Sin embargo la educación cristiana abarca más que solo el estudio de la Biblia. Ya que Dios es el Creador de todo (Génesis 1-2; Colosenses 1:16), la educación cristiana debe incluir el estudio del mundo físico tanto como la reflexión teológica. Tal educación agrega una dimensión positiva a la búsqueda del conocimiento.
Los bautistas también proporcionan la educación cristiana porque creen que ayuda la formación de iglesias fuertes y eficaces y contribuye a una orden social justa y estable. La educación cristiana no solo prepara a la gente a ser miembros productivos de iglesias sino también personas que hacen aportes a la sociedad.
La relación de la educación cristiana con otros principios bautistas
Las creencias y el gobierno bautistas se conducen al compromiso bautista a la educación cristiana. A su vez, la educación cristiana enriquece varios principios y prácticas bautistas. Por ejemplo, la creencia bautista en la autoridad de la Biblia exige la habilidad de la gente de leer y entender la Biblia. La educación cristiana perfecciona estas habilidades.
Las creencias bautistas de la competencia del alma y el sacerdocio de todo creyente exigen la educación cristiana. Aunque la competencia del alma es un don de Dios y no un logro humano, tal competencia de conocer y seguir la voluntad de Dios se enriquece por medio de la educación cristiana. Así que la enseñanza y capacitación cristiana pueden ir perfeccionando el ministerio de los creyentes sacerdotes.
El gobierno congregacional y la autonomía de la iglesia local—ambos sistemas gubernamentales de los bautistas—se refuerzan por la educación cristiana. El conocimiento de creencias y prácticas bautistas y de cómo y por qué éstas se fueron desarrollando contribuye a que los miembros de la iglesia cumplan sus responsabilidades de gobernarse.
El evangelismo, las misiones, el ministerio, y la aplicación del evangelio a la vida diaria, son todos hechos más eficaces por razón de la educación cristiana. La enseñanza y la capacitación brindan habilidades y conocimientos necesarios para que la gente lleve a cabo estas actividades. La libertad de religión queda asegurada y avanza por medio de las personas bien fundamentadas como resultado de la educación cristiana en la Biblia y la historia.
Clases de educación cristiana
Los bautistas disponen de recursos para diversas clases de educación cristiana, tanto formal como informal. Cuentan con instituciones educativas de distintos tipos para que las personas puedan recibir una educación formal. Además ofrecen recursos para que se les permite a las personas obtener una educación informal y que en muchas ocasiones es auto dictada. Muchas personas que carecen de una educación formal son bien instruidas habiéndose valido de los muchos recursos a su disposición.
Los bautistas creen que la educación es para toda persona. Brindan oportunidades educativas para niños y adultos, hombres y mujeres, y para personas de toda raza, religión y estatus económico. La instrucción sobre una gama extensa de materias está disponible por una variedad de medios.
Una parte de la enseñanza y capacitación se dirige principalmente hacia la preparación del liderazgo vocacional eclesial. La denominación bautista no prescribe requisitos sobre el nivel de educación necesario para la ordenación de pastores y líderes cristianos. Sin embargo, creyendo en el valor de la educación, los bautistas han establecido instituciones educativas para proveer la educación para tales personas, reconociendo que muchos de ellos han ejercitado un liderazgo efectivo sin contar con la educación formal.
La educación cristiana para laicos también es importante para los bautistas. Por ejemplo los bautistas consideran sus universidades, no solo como instituciones que les ofrecen educación a los líderes vocacionales eclesiales sino también a personas de cualquier vocación u oficio.
Métodos de la educación cristiana
Los bautistas emplean una variedad de métodos y sistemas de instrucción para proveer la educación cristiana. Las iglesias, asociaciones de iglesias, convenciones y varias instituciones y organizaciones participan de ello.
Las iglesias realizan la educación cristiana de muchas maneras, como por ejemplo en sermones, la escuela dominical, escuelas bíblicas de verano, organizaciones para hombres y mujeres, programas variados de estudio, bibliotecas en iglesias, retiros y otros medios. Además de la Biblia y la sana doctrina, se estudian muchos otros temas. Muchas iglesias ofrecen capacitaciones en pro del empleo ofreciendo cursos de alfabetización y entrenamiento vocacional. Centenas de iglesias operan escuelas preescolares, primarias y secundarias.
Las asociaciones de iglesias ofrecen enseñanza y capacitación a través de campamentos, centros de retiros, seminarios y conferencias. Algunas realizan educación continua para pastores y otros líderes eclesiales, a menudo en cooperación con universidades o seminarios.
Los cuerpos bautistas estatales y nacionales fomentan instituciones para la educación, como academias, institutos Bíblicos, universidades y seminarios, nombrando las juntas directivas y proveyendo apoyo económico. Otras instituciones educativas bautistas funcionan independientemente de estos cuerpos. Las instituciones educativas bautistas ofrecen programas de licenciatura, maestría y doctorado así como cursos libres y otras oportunidades educacionales.
Las instituciones educativas bautistas participan en el evangelismo, las misiones, y el ministerio. No solo preparan personas para servir en estas actividades en el futuro, sino también abren oportunidades para que los estudiantes, la facultad, y el “staff” las lleven a cabo en el presente. La participación en estas actividades se considera un elemento vital en la educación cristiana.
Los bautistas producen un gran número de recursos con propósitos educativos, tales como libros, periódicos, revistas, películas, videos, material en el internet, y CD’s de audio. Las iglesias, asociaciones, instituciones y cuerpos estatales, nacionales e internacionales hacen disponibles estos recursos. Además de la educación netamente cristiana, muchos bautistas trabajan a favor de la educación en general, colaborando con colegios públicos y privados desde preprimaria hasta programas universitarios de posgrado.
Desafíos relacionados con la educación cristiana
Los bautistas enfrentan varios desafíos relacionados con la educación cristiana. Por ejemplo, siendo una denominación cada vez más diversa, se necesita una gran variedad de recursos educativos para suplir las necesidades de una variedad de personas.
Las iglesias enfrentan el reto de motivar a la gente a participar en las oportunidades educativas. Diversas actividades claman por el tiempo de la gente, jóvenes y ancianos por igual. La educación eclesial debe ser pertinente, atractiva y accesible en una variedad de formas.
Las universidades y los seminarios encaran asuntos que muchas veces son controversiales, tales como la libertad académica, requisitos para maestros y el contenido del currículo. También está el desafío constante de saber cómo integrar la fe cristiana a actividades académicas. Es vital que los principios bautistas no estén al margen sino en el centro del proceso educativo que provee una experiencia académica de calidad.
La relación de universidades a las entidades denominacionales bautistas, como por ejemplo las convenciones bautistas estatales, suscita preguntas importantes en cuanto a la autoridad y al apoyo financiero. La historia de las escuelas bautistas indica que entre más aflojan su relación con las convenciones bautistas menos comprometidas están las escuelas con los distintivos bautistas.
Un desafío que perdura es aquel del apoyo financiero adecuado para la educación cristiana. Si el apoyo denominacional para las escuelas mengua, las instituciones podrían recurrir cada vez más a otras fuentes. Esto podría resultar en una disminución del compromiso a los principios bautistas.
Conclusión
A sacrificio considerable, los bautistas han provisto una gran variedad de oportunidades educativas para los bautistas y otros, y así han fortalecido las iglesias y la sociedad en general.
Las generaciones futuras deben continuar el ejemplo dejado por los bautistas del pasado quienes creyeron firmemente en la educación cristiana.
George W. Truett
Pastor y líder bautista, de un sermón predicado en las gradas del Capitolio de los Estados Unidos en 1920