¿Es la Suficiencia del Alma el Distintivo Principal de los Bautistas?
¿Es la suficiencia del alma el distintivo principal de los bautistas?
Josué 24:15
¿Es la suficiencia del alma el distintivo principal de los bautistas? Algunos destacados líderes bautistas, pasados y presentes, parecen indicar que lo es.
“…el principio de la suficiencia del alma en la religión bajo Dios es una contribución bautista distintiva al pensamiento del mundo…”
E.Y. Mullins (b. 1860 – d. 1928)
Educador y teólogo bautista
“De este principio fluyen todos los demás elementos de la creencia bautista…”
Herschel H. Hobbs (b. 1907 – d. 1995)
Pastor y teólogo bautista
“El concepto de la suficiencia del alma es más que una doctrina individual; en efecto, fundamenta todas las demás doctrinas de la fe.”
H. Leon McBeth (b. 1931 – d. 2013)
Educador e historiador bautista
El significado de la suficiencia del alma
¿Qué quiere decir “suficiencia del alma”? Se han ocupado varios vocablos para referirse a este concepto, tales como libertad del alma, libertad de conciencia y suficiencia del alma. En esencia se refiere a la libertad y habilidad que Dios les da a las personas de modo que puedan conocer y responder a la voluntad de Dios. Los bautistas creen que Dios les da a las personas la suficiencia—o sea, la capacidad—para elegir. Los seres humanos no son títeres ni máquinas.
Los bautistas enfatizan que esta capacidad no es una característica meramente humana, sino un don de Dios. En la creación, Dios dotó a personas con la libertad para tomar decisiones. La historia de la creación en Génesis hace sumamente claro que esta libertad lleva consigo una gran responsabilidad. Somos responsables de nuestras decisiones. Dios anuncia las consecuencias de las buenas y las malas decisiones. Si ejercemos nuestra libertad para obedecerlo, tenemos vida. Si usamos nuestra libertad para negarlo, el resultado es la muerte (Génesis 1-2).
La Biblia y la suficiencia del alma
La Biblia está repleta de ejemplos de la suficiencia del alma. La Biblia da por hecho que las personas tienen libertad de elección. La Biblia también enseña que las personas son responsables ante Dios por sus decisiones.
Por ejemplo, el regalo de Dios de los Diez Mandamientos asume la suficiencia de los seres humanos para entenderlos y la libertad de aceptarlos o rechazarlos. Con la sumisión viene la bendición, y con el rechazo viene castigo. Pero en todo caso, la suficiencia y libertad de elección son asumidas.
Los Israelitas fueron presentados con elecciones, indicando una suficiencia para tomar decisiones. Josué declaró, “… escogeos hoy a quién sirváis…” (Josué 24:15). Este reto no hubiera tenido significado si las personas no tuvieran la suficiencia ni la libertad para elegir.
Los héroes de la fe del Antiguo Testamento, como Elías, Jeremías e Isaías, se negaron a abandonar su libertad de conciencia ante los gobernantes.
De muchas formas, el Nuevo Testamente afirma la libertad del alma. Jesús daba por hecho que los individuos tenían la suficiencia dada por Dios para elegir seguirlo o no. Él indicó que las personas estaban libres de creer o no creer, pero en cualquier caso eran responsables por su elección (Juan 3:16-21). Algunos creyeron y lo siguieron, pero otros no (Mateo 19:16-22).
Jesús nunca obligó ni forzó a las personas a seguirlo y así nunca violó la libertad del alma de los individuos.
Los escritores del Nuevo Testamento presentaban constantemente el concepto de la libertad del alma. Por ejemplo, el Apóstol Pablo escribió, “La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?” (1 Corintios 10:29). E imploró a los Gálatas, “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1).
Además, los líderes de las iglesias del Nuevo Testamento modelaron la suficiencia del alma. Ellos nunca obligaron a nadie a seguir a Jesús como Señor y Salvador. De hecho, resistieron las autoridades religiosas y gubernamentales que quisieron obligarlos a no creer en Jesús ni hablar en su nombre (Hechos 5:17-42).
Ataques a la suficiencia del alma
El concepto de la suficiencia del alma ha sido atacado por distintas razones. Algunos aseveran que tal libertad limitaría la soberanía de Dios. Una respuesta bautista a este desafío ha sido que el soberano Señor del universo decidió crear a los seres humanos con libertad de elección. La Biblia claramente apoya esta perspectiva de la creación humana, declarando como verdad tanto la soberanía de Dios como la libertad del alma de los seres humanos.
Otros han lanzado la acusación de que la idea de la suficiencia del alma lleva a la arrogancia humana y el egoísmo. Claro que sí podría, pero si se entiende correctamente, produce la humildad. Toda habilidad humana es don de Dios, incluyendo la libertad de elección.
Otra acusación es que el concepto de la suficiencia del alma resulta en el subjetivismo e híper-individualismo que disminuyen la importancia de la comunidad de creyentes. Por supuesto, existe la posibilidad de llevar las doctrinas a un extremo dañino. Pero entendida claramente, la libertad del alma se ejerce en el contexto de una comunidad de creyentes.
Un resumen de las enseñanzas bíblicas sobre la suficiencia del alma
En breve, la Biblia presenta estas verdades en cuanto a la suficiencia del alma:
- Los individuos tienen una competencia dada por Dios que les permite conocer a Dios y cumplir su voluntad.
- Dios, quien es soberano sobre toda la creación, ha otorgado esta libertad.
- La suficiencia es un don de Dios y no una creación humana.
- Por lo tanto las personas son libres para elegir; no son títeres.
- Dios no obliga ni coacciona conformidad a su voluntad; tampoco la fe ni el amor pueden ser forzados.
- Esta suficiencia y libertad trae responsabilidad y rendición de cuentas. Las elecciones traen consecuencias.
- Al ejercer la suficiencia del alma, la persona debe buscar sabiduría de miembros de la comunidad de fe, tanto del pasado como del presente.
- El individuo es responsable por sus elecciones. Una respuesta de fe debe ser del individuo y no del grupo al cual pertenece.
- Los gobiernos y las organizaciones religiosas no deben obligar a las personas a afiliarse a ninguna iglesia en particular, confesar un credo específico, ni conformarse a ningún estilo de adoración. El hacerlo viola la libertad de conciencia y va directamente en contra de la voluntad de Dios para su creación.
La suficiencia del alma y otras creencias bautistas
Aunque la suficiencia del alma tal vez no sea el distintivo bautista más importante, ciertamente es fundamental para otras creencias bautistas. El distintivo bautista es el colectivo de varias creencias preciosas y prácticas basadas firmemente en la Biblia.
Sin embargo, la suficiencia del alma se relaciona a la mayoría de otras creencias bautistas y sí es fundamental. Por ejemplo, en cuanto a la autoridad de la Biblia, los bautistas insisten en que aunque eruditos Bíblicos, maestros y pastores pueden impartir conocimientos provechosos, el individuo es competente y responsable de leer, interpretar y aplicar las Escrituras por si mismo bajo la guía del Espíritu Santo.
Los bautistas creen que la Biblia enseña que la salvación del pecado y muerta al perdón y la vida eterna viene solamente por medio de una respuesta de fe al regalo de la gracia de Dios en su Hijo. Los bautistas también insisten en que las personas son competentes para responder a la gracia de Dios por fe y que esa fe ha de ser una elección libre. Por lo tanto, las personas deben ser libres de intentos del gobierno u oficiales de la iglesia de obligar o estorbar la fe.
El bautismo del creyente, otro gran énfasis bautista, presupone la suficiencia del alma. El bautismo es solamente para aquellos que han respondido libremente por fe al regalo de la gracia de Dios de salvación. El bautismo jamás debe ser el resultado de la fuerza. Tal acción violaría la libertad de elección que Dios le ha concedido al creyente.
Conclusión
Una de las razones por las cuales los déspotas, tanto seculares como religiosas, han perseguido fuertemente a los bautistas a través de los siglos es que estas personas desprecian la libertad. Temiendo la libertad, intentan obligar a todos a conformarse a su molde religioso.
Frente tales esfuerzos, la mayoría de los bautistas ha ejercitado su suficiencia del alma y respondido positivamente a la amonestación de Pablo: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1).
Los bautistas también harán bien en enfatizar siempre que la libertad trae responsabilidad. Somos libres en Cristo para servir a otros en amor: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros” (Gálatas 5:13).